Desde que salí de la preparatoria pensé que podría hacer mucho dinero como reparador de computadoras a domicilio y con una que otra página web. Era cuando la gente empezaba a tener sus computadoras armadas y los negocios querían tener presencia en Internet. Empezé atendiendo a mis familiares, a sus conocidos y luego sus negocios hasta que me asocié con un amigo para hacer crecer nuestra cartera de clientes. Fue entonces que nos estancamos. A todo lo que nos pedían nuestros pocos clientes decíamos que sí, y fue así como la falta de conocimiento y la carga de trabajo nos comió.
Eventualmente nos separamos y cada quién se dedicó de tiempo completo a trabajarle a una compañía, eso sí, con la ilusión del negocio propio pues no había un sueldo fijo, socios ni formalidad, pues aunuqe teníamos nuestra cedula de identficación fiscal que nos acreditaba como personas físicas con actividad empresarial, nunca nos preocupamos por pagar un solo peso en impuestos.
Debido a mis expediciones a la plaza de la computación a comprar refacciones y a las desveladas haciendo páginas en HTML descuidé mis estudios y hasta terminé dando clases de Inglés cuando la empresa a la que le arreglaba sus computadoras dejó de llamar.
Actualmente y después de retomar mi carrera trabajo en una consultoría con un sueldo fijo y prestaciones. No tengo la intención de emprender un negocio propio otra vez, más bien aspiro a que con el tiempo y los recursos necesarios pueda desarrollar alguna aplicación o servicio que le interese a alguien más grande y me lo compre y así dejar mi legado en el mundo de la tecnología
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