Hoy estoy haciendo mi primer Home Office del año y no pude evitar recordar cúando lo inventé.
En 2007 entré a trabajar en el IPN, ya había escuchado sobre la industria del conocimiento y del trabajo a distancia o no presencial. Estaba asignado a un aula de auto accesso de inglés, pero en realidad era muy parecido a atender un ciber café de 40 computadoras con Windows XP y un servidor Windows 2003 (mis clientes eran adolescentes de 15 a 17 años y los enseñe a usar el navegador Opera).
Era la época en que las TIC eran la novedad y los blogs estaban de moda, lo cual me llevó a investigar configuraciones del servidor y cómo hacerlo interactuar con los clientes a través de una intranet. Finalmente, utilizando IIS, ASP.net y SQL Server, instalé un blog que servía como página inicial y así cargaba las prácticas desde el servidor.
En ocasiones llegaba a faltar al trabajo y la principal queja de la jefa del área era que no había quien atendiera a los alumnos. Solucioné ese problema sacando el blog de la intranet para poder administrarlo de manera remota. Inventé el Home Office el día que desperté tarde y me llamaron para avisar que los alumnos estaban en el laboratorio esperando su práctica, así que me conecté al servidor y la cargué desde mi computadora sin levantarme de la cama.
Al final, los alumnos siguieron las instrucciones en la entrada del blog y capturaron sus respuestas en los comentarios. Para documentar que la práctica se realizó, simplemente imprimí la página y se la entregué a mi coordinadora al día siguiente aunque no fue algo que apreciara mucho.