viernes, enero 26, 2018

Un libro que tengo pero no había leído

Nikola Tesla fue como el Steve Jobs de la electricidad. Su mayor aportación tecnológica fue el desarrollo del sistema polifásico de corriente alterna con el que derrotaría a Edison en la guerra de las corrientes y que la Westinghouse Electric comercializaría a finales del siglo XIX.

También registró patentes que Marconi utilizaría para desarrollar el sistema de radio que conocemos actualmente y contribuyó a la investigación de los Rayos X y de la transmisión inalámbrica de energía. Durante sus presentaciones y conferencias mencionaba inventos increíbles -que iban desde un sistema que usaría la corteza terrestre para transmitir energía hasta un sistema de comunicación interplanetario- que nunca llegó a materializar.


El genio al que le robaron la luz es la biografía del científico loco que con todo y sus ideas de rayos cósmicos y comunicación con los marcianos es el héroe de la comunidad politécnica y cuya fama ha resurgido en los últimos años. La participación de su apellido en la terna para nombrar a un burrito que nació en el IPN a mediados del año pasado es un reflejo de los últimos años de su vida pues quedó en tercer lugar, perdiendo ante el de aquel que le dio vida al Instituto.


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