Había estado usando mi computadora Compaq con Windows 95 desde 1996. Tenía procesador Pentium, disco duro de 1.6 GB y 16 MB de RAM. El modem de 33.6K no lo empecé a usar sino hasta el año siguiente cuando mi papá contrató internet, pero solo corría a 28K. Un día instalé la actualización de Windows 98 pero solo logré que la computadora se alentara y entonces fue que vi la necesidad de incrementar la memoria y el disco duro, pues la actualización ocupó mucho espacio.
Fue por eso que, con ayuda de mi padre, empecé a modificar la computadora. Primero el disco duro, pues era lo más fácil y llegué a triplicar su capacidad. La memoria fue lo más dificil pues tuve que llevarla a la Plaza de la Computación a que le pusieran los módulos más grandes que pudieron después de varios intentos de encontrar unos compatibles.
En el año 2001 tuve mi primera experiencia instalando otro sistema operativo con Linux. Había comprado un libro que traía instrucciones detalladas y un disco. Me tomó varios intentos encontrar la configuración aduecuada, pero finalmente tuve éxito con la instlación dual. Linux también me trajo mi primera experiencia como chatarrero, pues el módem no era compatible y tuve que buscar uno en los fierros. Por suerte, en el primer intento encontré uno de 56K que funcionó.
Desde ese día, Windows y Linux convivieron en mi computadora y me esforcé por usar el segundo en mi vida cotidiana junto con otro software alternativo como el navegador Opera que había empezado a usar el año anterior y StarOffice, que ya venía usando desde 1999 cuando me regalaron un disco.
Han pasado 25 años desde mi primera computadora y hoy soy usuario de Mac, pero pasé los 2000's utilizando Linux y promoviendo el uso de software libre. Traté de convencer a clientes y amigos de que eran alternativas viables pero casi todos me llamaron loco. Hoy sigo utilizando Linux y software libre en el trabajo para mis tareas de desarrollo y en una pequeña Netbook que si no fuera por él sería inutil.