Este año jugué mi ultimo torneo de Flag Football en marzo para poder enfocarme en mi preparación para el Maratón de la Ciudad de México. La única lesión que sufrí fue una uña rota en el pie derecho pero eso no me ha impedido correr.
Nuestro equipo Velociraptors llegó a la semifinal del torneo varonil pero en esta ocasión no logramos pasar a la final para competir por el campeonato pero estar en postemporada para mí fue un logro aceptable. En el torneo mixto sí llegamos a la final pero la perdimos.
El equipo femenil de Moni tuvo un mejor resultado pues ganaron la final de su categoría.
El domingo 4 de febrero de 2018 las Águilas de Philadelphia vencieron 41-33 a los Patriotas de Nueva Inglaterra en el Super Bowl LII y es mejor de lo que parece.
El Super Bowl LII se jugó en un clima controversial puesto que este año la NFL está sufriendo como nunca críticas respecto a la seguridad de los jugadores en especial respecto a las conmociones cerebrales y las secuelas que estas dejan. Además, algunos jugadores han utilizado su plataforma para protestar contra la violencia que sufren las personas de color a manos de la policía en diferentes ciudades de los Estados Unidos.
Según Donald Trump, el que los jugadores se arrodillen durante la ejecución del himno nacional ha causado un descenso en los ratings de la liga y ha pedido a los dueños de los equipos despedir a cualquier jugado que lo haga.
Los Patriotas de Nueva Inglaterra son el equipo que ha dominado el football americano profesional en los últimos 10 años pero son una representación de todo lo que está mal en la sociedad americana:
Es un equipo que tiene más jugadores blancos en posiciones de talento, su dueño, head coach y quarterback son amigos y le dan su apoyo a Trump y además está ampliamente documentado que hacen trampa, pues han sido sancionados dos veces por este motivo y su afición es conocida por arrojar objetos e insultos a los jugadores de color cuando juegan en Boston.
Para los aficionados es decepcionante ver que un equipo tramposo con afinidades supremacistas siempre gane y eventualmente los lleva a perder el interés.
Algo similar sucede con las votaciones, pues el público está decepcionado de ver "ganar al malo" y ya no se interesa en la política.
Esto le funciona a los partidos políticos que buscan alejar a las personas de las casillas el día votación para que no haya voto útil, pero la NFL es un negocio y como tal necesita consumidores.
Al final del día la NFL y el Super Bowl son entretenimiento pero también son plataformas que deben ser utilizadas para darle visibilidad a temas sociales y es importante que la gente vea que el "malo" no es invencible y para los jugadores sepan que no están solos.
Durante el Super Bowl un jugador sufrió una conmoción cerebral, antes del juego más de 250 jugadores también.
La última vez que jugué football americano en un equipo fue a los 19 años. Desde entonces no había tenido contacto con las costumbres asociadas a la práctica de ese deporte en nuestro país.
Después de un par de semanas en un equipo de tocho bandera todo empezó a regresar. Los coaches llamando "hijo" a los jugadores, los discursos, los apodos y el under.
El under es la capa base que se utiliza para inmovilizar alguna parte del cuerpo con tela adhesiva y la cura milagrosa para cualquier lesión. El coach promete vendarte con under antes de un partido y los jugadores piden under cuando se doblan un tobillo. El under es la pieza clave en un botiquin debido a la costumbre y confianza que supongo ha generado entre la comunidad tochera en México.
Ninguna carrera causa tanta controversia como We Run México. Es la carrera más esperada del año en el Distrito Federal y a la vez la más criticada. Y no es para menos, al ser el 10K de la marca deportiva Nike, genera tal expectativa que el menor descuido (y la incapacidad de sus community managers para resolver conflictos) provoca el deseo de linchar a los organizadores. Con una convocatoria de 20,000 corredores tan solo en su edición DF complacer a cada uno es una tarea imposible: la ruta, el color y diseño de la playera, el horario de la expo y del disparo de salida o el sistema de inscripción son los detonantes de inconformidad y amenazas de boicot.
Aún así, el 90% de los corredores inscritos, acompañados de aquellos que no alcanzaron un número y maldicen al 10% que no se presentó, acuden a la cita y participan en la que muchas veces es su primera experiencia en este tipo de eventos. Muchos de ellos se pondrán los tenis hasta la siguiente edición, otros tantos lo olvidarán por completo y el resto quedarán enganchados y no dejarán de correr. Este es el objetivo final de este evento. Más allá de la diversión, la convivencia o la competencia contra el reloj la marca busca crear una relación simbiótica con los participantes: si se vuelven corredores van a experimentar una mejoría en su calidad de vida a través del deporte y para practicarlo al menos necesitarán un buen par de tenis.
La tecnología juega un papel fundamental en esta relación, ya que a través de los dispositivos Nike+ los corredores pueden conectarse entre si a través de sus teléfonos, relojes o reproductores de música y participar en dinámicas, inscribirse a un Nike Run Club y llevar un registro de su progreso que es, al final del día, la principal motivación para seguir participando.
Desafortunadamente y a pesar de que We Run es una iniciativa internacional, ninguna de las tres ediciones mexicanas se comparan con muchas de sus carreras hermanas: destaca el caso de We Run Jozi donde, además de ser una carrera nocturna, los competidores pudieron elegir entre dos rutas paralelas que los llevaron por diferentes partes de Johannesburgo. Tal vez la Ciudad de México no sea el lugar ideal para esto debido a la condición de sus calles, a la idiosincracia de su gente o porque los automovilistas no desean compartir su espacio, pero podemos esperar que el evento continúe evolucionando como cada año y nos proporcione nuevas experiencias que solo son posibles si nuestra propia cultura lo permite, ya que el color de la playera es menos importante que disfrutar la carrera o romper tu PR.
La selección nacional de fútbol asociación de México tuvo que viajar al otro lado del mundo para obtener -finalmente- su calificación a la FIFA World Cup 2014 que se llevará a cabo en Brasil. Al jugarse en Nueva Zelanda el partido de vuelta, al que llegó con una cómoda ventaja de 5 - 1, se transmitó a la media noche del día de hoy en México y eso no evitó que mucha gente lo sintonizara angustiada para saber si el equipo sería capaz de cerrar el trato.
Esa angustia por si México alcanzaría el penúltimo boleto disponible venía más de los organizadores del Mundial que de la afición ya que si la selección no cumplía con la misión, 650 millones de dólares se quedarían en los bolsillos de los turistas mexicanos que no acudirían a la cita en tierra carioca. La angustia era porque los jugadores se mostraron apáticos y perdieron juegos contra equipos de su zona que distan mucho de tener el nivel que a México se le atribuye. La angustia era porque sin la ayuda de Estados Unidos esta oportunidad no se habría dado.
Pero esta mañana, organizadores, dueños, televisoras y ejecutivos de mercadotecnia pueden descansar tranquilos. No importa la desvelada ni la angustia, pues al haber derrotado a esta potencia del rugby, el cual es el deporte nacional, los anuncios pueden salir al aire y las playeras no tendrán que ser rematadas para evitar que se queden en el almacén de las tiendas deportivas. Los aficionados por fín se pueden olvidar de que en este país se filmó la trilogía de Lord of the Rings y no tendrán que recordar datos curiosos como que hay un volcán inactivo llamado One Tree Hill cuyo árbol solitario es un obelisco dedicado a la tribu Maori o que la población total de Nueva Zelanda equivale a la mitad de habitantes del Distrito Federal de México.
One Tree Hill, one of surprise tracks on #U22, limited edition double-live CD, 22 tracks chosen by #U2 fans. http://t.co/ilsOsx6L
El Urbanathlon de Men's Health es una serie de carreras de resistencia de 9.5 a 11 millas que se celebra en Chicago, Nueva York y San Francisco, incorporando puntos destacados y obstáculos urbanos colocados en las calles de estas ciudades americanas. Después de la carrera se realiza el Urbanathlon Festival, que consiste en DJ sets, comida y bebida acompañados de regalos de los patrocinadores.
Ante la creciente popularidad del running en México, se ha tratado de implementar un evento similar con diferentes resultados y obviamente, a menor escala.
Esta es la tercera ocasión que se realiza el Urbanatlón, la primera vez la sede fue Ciudad Universitaria con un recorrido de 8 km y la segunda en Chapultepec con 10. Los obstáculos han incluido, entre otros, llantas, pasamanos, pecho-tierra, automóviles, muros y contenedores, los cuales presentan diferentes grados de dificultad y ponen a prueba las habilidades físicas y mentales de los participantes.
El Urbanatlón 2013 fue una carrera de 12 kilómetros que se llevó a cabo en la Supervía Poniente -una autopista urbana que conecta el sur con el poniente de la Ciudad de México- e incluyó 9 obstáculos colocados a lo largo de la ruta.
En ninguna de las 3 ediciciones se ha incluido la parte del Festival.